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While the mining sector in Chile represents only 1.3 percent of the total water consumption at the national level, water remains a scarce and finite resource. As a result, the industry is making significant efforts to optimize, reuse, and reduce water consumption in its operations. These efforts are particularly critical in Chile, the world's largest copper producer in 2022. Mining companies there are intensifying efforts to protect limited freshwater resources in the communities where they operate, especially in deserts in the north where the country’s main copper mines are located.
From seawater to drinking water
Turning to the sea is one of the viable options to supply industrial water to production facilities and drinking water to populations without access to other sources of surface or underground water such as rain, rivers, lakes, or aquifers.
Extracting salt from seawater through a process known as desalination has proven to be an efficient and robust solution. Sourcing water from the sea requires the implementation of a complex system that includes pump stations, storage facilities, water transportation pipelines, and power transmission and supply lines. The water purification process not only includes the desalination plant, but also complex marine works (trenches, marine tunnels, geotechnics), water injection systems, and brine emission to return water to the sea.
Over the past decade, Bechtel has been involved in building three of Chile’s largest desalination plants, representing more than 60 percent of the country’s new desalination capacity.
One example is the Escondida Water Supply (EWS) Project, which sustainably supplies desalinated water from the Pacific Ocean to the mine site located at 3,200 meters above sea level in the Andes mountain range. The desalination plant has a capacity of 216,000 million cubic meters (m3/d) or 3,330 liters per second (l/s) – equal to more than 85 Olympic-size swimming pools -- making it the largest and highest volume plant in the Americas.
Two additional Bechtel projects in Chile are nearing completion: a new 1,157 l/s desalination plant for Teck’s Quebrada Blanca operation, and a 400 l/s plant for Antofagasta Minerals, which will supply water for the Los Pelambres mine. All three projects are located in desert climate zones or areas with scant precipitation in northern Chile.
These projects in Chile are the most recent in our long history in water desalination, which spans over 50 years and nearly 100 projects across five continents.
Bechtel’s solution
Over the past several years, our Bechtel project teams have worked together to offer an integrated engineering, procurement, and construction (EPC) program that takes into account the complete project lifecycle from the pre-feasibility study to engineering, construction, startup, and operation.
The early involvement of EPC contractors is critical to incorporate the design from our centers of excellence, which when partnered with our customers, allow us to build new and innovative mineral processing plants with processes in compliance with global sustainability goals, overcoming geographical challenges and completing projects safely and efficiently.
Bechtel's customer-centric approach focused on optimizing desalination plant design, and incorporating state-of-the-art technology. This has resulted in efficient project operations, in terms of both productivity and energy consumption, and the best performance in all quantified engineering variables.
The extensive expertise of our water and pipeline specialists, with experience across projects in more than 100 countries and nearly 85,000 kilometers of installed pipeline, helps us pursue innovative solutions to deliver sustainable, fully integrated water delivery systems with engineering excellence.
Plantas Desalinizadoras para la Minería: Fomentando el Uso Eficiente del Agua
Planta desalinizadora del proyecto QB2 en Iquique, Chile
Si bien es cierto que la industria minera en Chile representa solo el 1,3 por ciento del consumo total de agua a nivel nacional, es un recurso escaso y finito. En consecuencia, la industria minera a nivel está realizando importantes esfuerzos para optimizar, reutilizar y disminuir el consumo de agua en sus operaciones. Estos esfuerzos son particularmente críticos en el caso de Chile, el mayor productor de cobre del mundo en 2022. Las compañías mineras redoblan los esfuerzos para proteger los limitados recursos de agua dulce en las comunidades donde operan, especialmente en los desiertos del norte del país, donde las principales faenas cupríferas están emplazadas.
Del agua marina al agua potable
Recurrir al agua del mar surge como una de las opciones viables para abastecer de agua industrial las instalaciones productivas, y de agua potable las poblaciones cuando no se dispone de otras fuentes de agua superficial o subterráneas como la lluvia, ríos, lagos o napas.
La extracción de sal del agua de mar a través del proceso conocido como desalinización ha demostrado ser una solución eficiente y robusta. Obtener agua del mar considera el proceso de desalinización y la implementación de un sistema complejo que incluye estaciones de bombeo, instalaciones de almacenamiento, tuberías para trasladar el agua, y líneas de transmisión y alimentación de energía. El proceso de depuración de agua no sólo considera la planta desalinizadora. También incluye trabajos complejos de obras marinas (trincheras, túneles marinos, geotecnia), sistemas de inyección de agua y de emisión de salmuera, para devolver el agua de regreso al mar.
Durante la última década, Bechtel ha estado involucrado en la construcción de tres de las mayores plantas desalinizadoras en Chile, alcanzando más del 60 por ciento de la nueva capacidad de desalinización en el país.
Un ejemplo es el de Escondida Water Supply (EWS), entregando agua desalinizada de manera sustentable desde el Océano Pacífico hasta la faena minera ubicada a 3.200 metros sobre el nivel del mar, en la cordillera de los Andes. La planta desalinizadora tiene una capacidad de 216.000 millones de metros cúbicos (m3/d) o 3.330 litros por segundo (l/s) -lo que equivale a más de 85 piscinas olímpicas-, siendo la planta desalinizadora más grande y de mayor capacidad de América.
En Chile hay dos proyectos que están por finalizar su construcción: una nueva planta desalinizadora de 1.157 l/s para Teck, que servirá a la operación de Quebrada Blanca, y una planta de 400 l/s para Antofagasta Minerals, que suministra agua para operación Los Pelambres. Los tres proyectos citados están emplazados en el norte del país, en zonas de clima desértico o de escasas precipitaciones.
Estos proyectos en Chile no son sino los más recientes en nuestra larga historia de más de 50 años en desalinización de agua, que incluye cerca de 100 proyectos en cinco continentes.
La solución de Bechtel
Durante los últimos años, los equipos de proyecto de Bechtel han trabajado en conjunto ofreciendo un programa de ingeniería, adquisiciones y construcción (EPC, por su sigla en inglés) integrado, que considera la vida completa del proyecto desde el estudio de prefactibilidad, hasta la ingeniería, la construcción, la puesta en marcha y operación.
El involucramiento temprano de los contratistas EPC es crítico para incorporar el diseño de nuestros centros de excelencia, que asociados con nuestros clientes, nos permite construir nuevas e innovadoras plantas de proceso de mineral que cumplan los citados procesos en cumplimiento con las metas globales de ESG, superando las adversidades geográficas, y finalizando los proyectos de manera segura y eficiente.
El enfoque de Bechtel centrado en los requerimientos del cliente, considera un diseño optimizado de las plantas desalinizadoras, incorporando tecnología de punta. Esto ha permitido alcanzar un proyecto cuya operación sea eficiente, tanto a nivel productivo, como de consumo de energía, y el mejor rendimiento en todas las variables de ingeniería cuantificadas.
El extenso conocimiento de nuestros especialistas en agua y tuberías, con experiencia en proyectos en más de 100 países y cerca de 85.000 kilómetros de cañería instalados, nos ayuda a perseguir soluciones innovadoras para entregar proyectos integrales de tratamiento y conducción de agua, sustentables y sostenibles, a través de ingeniería de excelencia.